Las Prostitutas Segundo Ensanche, Comprar Prostituta en Segundo Ensanche,España

La construcción de la identidad y la diferencia en el País vasco a finales del siglo XIX. Por otro lado, se incidió especialmente en el control sanitario sobre la prostitución por una posible concienciación sobre los riesgos derivados de las enfermedades venéreas. Como puede apreciarse en el mapa, para cuya elaboración se han tomado las direcciones aportadas en los anexos y otras extraídas de la bibliografía, el comercio sexual en Bilbao se situaba en enclaves muy determinados, la prostitución callejera nunca alcanzó el volumen de Las Prostitutas Segundo Ensanche como Madrid o Barcelona y en general las autoridades pudieron controlarla sin que perturbase excesivamente el centro institucional de la villa o los cercanos barrios del ensanche burgués.

Dos mundos absolutamente distintos que inevitablemente confluían: el de la libertad absoluta del cliente varón frente a una restricción cada vez mayor sobre la Las Prostitutas Segundo Ensanche.

No sólo se mantenía el rigor y el tono restrictivo de los reglamentos precedentes, sino que por primera Las Prostitutas Segundo Ensanche el Negociado trató de regular aspectos como la maternidad o la edad mínima para ejercer la prostitución. Artículos 46 a Redactado el oportuno proyecto y creyendo que en él se sabían los vacíos que se notan en el actual reglamento, la Comisión ha sometido al someterlo v. Tal es el parecer de la Comisión de Gobernación, v.

Casa consistorial de Bilbao a 3 de marzo de Introducción al reglamento de higiene especial. Capítulo II: Administración del servicio de Higiene especial. Artículos 2 a En caso contrario y aun habiendo manifestado su intención de abandonar la actividad, debía esperar tres meses para su eliminación definitiva del registro.

Los otros dos supuestos que hacían desaparecer su nombre del registro eran la muerte y el matrimonio. De forma que la confianza en estas mujeres residía en el Las Prostitutas Segundo Ensanche que un hombre pudiese ejercer sobre ellas: Capítulo III: De las prostitutas.

Las mujeres que trabajasen como sirvientas en las casas de tolerancia Las Prostitutas Segundo Ensanche a su vez someterse a examen en el caso de no superar Las Prostitutas Segundo Ensanche cincuenta Se cuestionaba por tanto el comportamiento sexual y la moralidad de cualquier mujer que pisase este tipo de establecimientos dudosos. Todos estos dispositivos de control muestran el temor social que existía hacia unas mujeres que gozaban de una mayor autonomía y la necesidad de ejercer un férreo control sobre su comportamiento.

Capítulo IV: Las Prostitutas Segundo Ensanche las casas de prostitución y de las de citas Huelga decir que seguramente muchas de las mujeres inscritas en las cartillas mintiesen respecto a su edad.

Muchos jóvenes, incluyendo miembros de la burguesía, eran iniciados al sexo y a la cultura de sociabilidad masculina de burdel a edades muy tempranas Las Prostitutas Segundo Ensanche pretendía con ello acelerar su paso de niños a AHDB Bilbao duplicados. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas. Artículos 40 a Es cierto que no se restringían las idas y venidas de las pupilas, pero cabe imaginarse el espacio cerrado, oscuro y agobiante en el que pasaban la mayor parte de las horas del día, escondidas de la vista del ciudadano decente.

Las atribuciones de facultativos higienistas e inspectores aumentan, pero también sus obligaciones. Resulta curioso que se prohibía a los médicos higienistas, como recoge el artículo 64, tratar cualquier enfermedad que no fuese contagiosa a las prostitutas, lo que demuestra que sólo preocupaba evitar que los clientes fuesen contagiados y no la salud de las mujeres.

Tanto los apartados dedicados a los médicos como aquellos que se dirigían a los inspectores recogen con claridad la prohibición de acepar cualquier estipendio extraordinario o soborno por parte de amas y pupilas. Es posible que parte del personal dependiente del Negociado de higiene cometiese irregularidades que obligasen a tomar medidas legales. Capítulo III: De las prostitutas. También se prohibía a los inspectores que incurriesen en alguna falta del reglamento y aceptasen sobornos.

Capítulo V: Medidas sanitarias. Capítulo VI: Inspección de vigilancia.

Fend Zorra en Segundo Ensanche, Navarra

Capítulo IV: De la prostitución y las casas de citas. Reglamento de Higiene Especial Las variaciones respecto al anterior reglamento fueron mínimas, siendo la principal el establecimiento de la edad mínima de acceso a la prostitución en veintitrés años: Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas Artículo Queda expresamente prohibido a las amas de casas de tolerancia, el admitir a muchachas menores de veintitrés años.

El temor a un posible comercio con los cuerpos de mujeres europeas de clases medias excluía a las mujeres trabajadoras, a Las Prostitutas Segundo Ensanche que se continuó viendo como foco de enfermedad y degeneración. Moral panics. Routledge, London, Por otro lado, se incidió especialmente en el control sanitario sobre la prostitución por una posible concienciación sobre los riesgos derivados Las Prostitutas Segundo Ensanche las enfermedades venéreas.

Capítulo V: Del facultativo. Artículos 51 y A su vez se encomendaba a los dos inspectores de higiene elegidos por el Ayuntamiento actuar con especial discreción, poniendo cualquier duda Las Prostitutas Segundo Ensanche les surgiese en conocimiento de la alcaldía: Capítulo VI. Buena parte de los fondos pertenecientes a la sección de higiene especial de Bilbao corresponden a las numerosas denuncias suscitadas por infracciones de la normativa reglamentista.

Se han seleccionado entre los miles de denuncias que conforman los fondos municipales, aquellas en las que no se conoce la identidad del denunciante. Se ha intentado proporcionar una muestra significativa que permita completar la información obtenida a través del estudio del reglamento. Las estrategias de poder implican siempre una multiplicidad de estrategias de resistencia como respuesta y las acciones de los afectados por el régimen reglamentista no redujeron a la interiorización de Las Prostitutas Segundo Ensanche mecanismos de poder disciplinario.

Amas y prostitutas trataron de evadir los férreos controles médicos e incluso trataron de apoyarse en la normativa para volverla a su favor o tratar de eliminar a la competencia apelando al reglamento.

Las continuas transformaciones y reinterpretaciones que acompañaban a los reglamentos recogen un proceso permanente de conflicto y negociación entre contingentes en lucha. Otras denuncias proceden de los médicos higienistas, que a menudo encontraban en las casas de tolerancia prostitutas enfermas.

Frente a los casos aislados en los que las denuncias procedían Las Prostitutas Segundo Ensanche particulares y Las Prostitutas Segundo Ensanche, la regulación de la prostitución preocupó especialmente a las autoridades, fieles representantes de los intereses de las clases hegemónicas.

La regulación del comercio prostitucional conllevó sin duda importantes ganancias a través de los arbitrios que cobraba el Ayuntamiento a las casas de tolerancia, era realmente todo un negocio ya que de alguna manera eran las propias autoridades las que actuaban como proxenetas participando indirectamente de los beneficios asociados al comercio sexual. Por otra parte, si los reglamentos ni tan siquiera recogen la posibilidad de que hubiese hombres implicados en el negocio y siempre se habla de amas, las denuncias sacan a la luz la identidad de particulares masculinos plenamente implicados en el comercio carnal.

Sin embargo, no deja de resultar paradójico que siempre fuesen hombres, excepto las hermanas de la caridad de las casas de misericordia, quienes regiesen sobre el destino de estas mujeres. Por complacer a un hombre cometí mi primera falta y después pasé de un hombre a otro. Los policías nos ponen las manos encima. Los hombres nos examinan, nos manipulan, nos arreglan. Roquero, Charo. Historia de la prostitución en Euskal Herria, Txalaparta,pp También fueron hombres quienes redactaron una normativa higienista que hacía a la mujer responsable del contagio de enfermedades venéreas.

De ellos, sin embargo, no da pista alguna la documentación relativa a la sección de higiene especial. Se hacen informes sobre cómo proteger a los niños y evitar que se les ponga a trabajar a edad temprana, sin que tengan fuerzas y desarrollo para soportar las fatigas del trabajo. El ejercicio clandestino de la prostitución y las infracciones fueron castigados Las Prostitutas Segundo Ensanche través de las multas que estipula el reglamento y que iban de las Citado en Butler, Josephine.

The garrison towns of Kent. Shield, 9 de mayo de La prostitución y sus reglamentos. Las Prostitutas Segundo Ensanche, Este terminó siendo el caso de Ignacia Otaegui a quien, en primer lugar, en los veladores nocturnos le impusieron diez días de arresto y una multa de cincuenta pesetas por dedicar su domicilio a la prostitución clandestina.

La pena consistió en diez días de arresto y una multa de cincuenta pesetas. Denunciante: Celadores nocturnos De hecho, en se le impone otra multa por la desaparición de una de las pupilas de un burdel situado en Bilbao la Vieja que estaba en período de observación médica. Sin embargo, la mencionada Ignacia Otaegui no siempre fue capaz de afrontar las multas que le fueron impuestas y en fue declarada insolvente tras negarse a pagar en dos ocasiones.

Aclaraba incluso a los agentes del orden que trataron de imponer la multa que en su casa hacía aquello que ella creía conveniente sin verse obligada a dar explicaciones a nadie. Algunos Las Prostitutas Segundo Ensanche los documentos que el expediente de Ignacia Otaegui alberga resultan ilegibles y el decreto en el que aparece la pena impuesta a la afectada ha desaparecido, si aparece notificado sin embargo Las Prostitutas Segundo Ensanche requerimiento en el que se recoge la puesta en libertad de la reclusa.

Su fin era la reeducación de las mujeres caídas, aunque no solo albergaban prostitutas sino también ladronas, pobres, vagabundas y otras reas, aunque con el tiempo terminaron dedicadas casi exclusivamente a las mujeres de vida airada La mayor parte de los discursos sobre la sexualidad ya fuesen religiosos, Arch.

Cit pp El instinto sexual se aisló como un instinto biológico y psíquico autónomo. Al mismo tiempo que se analizaban todas las anomalías que pudiesen afectar al sistema sexual, se prestó atención a la normalización y patologización de la conducta al tiempo que se busca una tecnología correctiva de dichas anomalías Sus antinaturales pulsiones sexuales eran sin embargo fundamentales para el correcto funcionamiento de una sociedad que ya no requería la limitación del sexo a su papel reproductor.

El inspector de higiene especial D. En el caso de la denuncia impuesta por el Alcalde del Foucault, Michel. Tomo I: La voluntad de saber. Siglo XXI,pp El inspector de higiene propone que se haga pagar 30 pesetas de multa a la Las Prostitutas Segundo Ensanche.

Sin embargo, finalmente se le impone la multa Por otra parte, los establecimientos dedicados al ocio nocturno podían turbar la tranquilidad del vecindario, impidiendo el descaso de quienes debían levantarse pronto para trabajar. Al igual que ocurría en otras ciudades españolas y europeas la luz artificial permitió crear un tiempo artificial que hacía posible extender las jornadas laborales de unos y el tiempo de Las Prostitutas Segundo Ensanche y descanso de otros, suscitando conflictos en torno a la gestión de los horarios nocturnos.

Dependían del concejo y tenían su propio reglamento. Universidad Complutense de Madrid,pp Lo que tengo el honor de trasladar a v.

La relación entre la burguesía y las clases subalternas europeas sigue el patrón orientalizante que justifica la autoridad europea frente al Medio Oriente, necesitado de la tutela del colonizador

Da la impresión de que son los horarios de descanso del vecindario lo que los inspectores de higiene intentaban proteger. Frente a la incidencia del reglamento sobre la vestimenta o las conductas indecorosas el reglamento no recoge nada mientras que las Las Prostitutas Segundo Ensanche, a menudo remarcaban lo avanzado de la hora y las molestias suscitadas por el jolgorio.

Posiblemente fueron los vecinos quienes elevaron sus quejas al Ayuntamiento dando pie a numerosas multas y amonestaciones contra este establecimiento. Firma conmigo Simón Cobrada que de certifico.

Señor Juez Municipal de esta Villa. Mientras que muchas mujeres sufrieron estancias en casas galera y hospitales, otras se mantuvieron fuera de la Las Prostitutas Segundo Ensanche sin sufrir castigo alguno. Destaca el caso de Bernardina Escauriaza, quien despertó el enfado de los inspectores de higiene que llegaron a elevar su caso a la alcaldía.

Esto como v. Debo manifestar a v.

Teléfono de Zorra  en Segundo Ensanche (ES)

En vista de esto v. Aduciendo Las Prostitutas Segundo Ensanche las sospechas que circulaban en el bloque y a las molestias causadas por el paso de personas de vida airada y actitud poco decorosa, la totalidad de los vecinos del bloque solicitan que se le imponga la pena correspondiente a la prostitución clandestina y que fuese expulsada del bloque a fin de que la tranquilidad y la honradez de los habitantes fuesen restauradas de nuevo: Año Carnicería vieja Firman nueve vecinos. Es multada con 50 pesetas Muchas veces las prostitutas trataban de incumplir el reglamento escondiendo a sus hijos de las autoridades.

Las prostitutas tenían prohibido, por la influencia perniciosa y corruptora que su ocupación pudiera ejercer, mantener la patria potestad por lo que los niños terminaban generalmente en inclusas y hospitales Arch. No puede especificarse hasta qué punto era infundado o no.

Las condiciones que acompañaban al embarazo y las del propio abandono hacían mínima la supervivencia de los niños. Esta situación dio pie a profundos debates en los que se cuestionó duramente la eficacia de inclusas y hospitales planteando que funcionaban como una forma de infanticidio encubierto.

No resulta descabellado Las Prostitutas Segundo Ensanche que las prostitutas fuesen consideradas influencias perniciosas y por tanto apartadas de sus hijos, como le sucedió a Engracia Ruíz a la que se privó de la patria potestad: Año Calle Mirivilla Resolución del Gobernador Civil de la Provincia: Como el caso que se denuncia cae de llenoa juicio de la alcaldía, dentro de las prescripciones del artículo del Código Civil que Las Prostitutas Segundo Ensanche que los Tribunales puedan privar de la patria potestad a los padres en Weeks, Jeffrey.

Sex, politics and society: The regulation of sexuality since Longman,pp Las Prostitutas Segundo Ensanche Quienes suscribían esta denuncia eran las amas de casas de mancebía con pupilas internas en oposición a las amas de casas de citas o de recibir Las conductas que consideraban reprensibles eran las siguientes: - Albergar prostitutas sueltas, es decir; Las Prostitutas Segundo Ensanche inscritas en las cartillas.

La denuncia emplea un lenguaje barroco y elogia ampliamente el contenido del reglamento. Pueden apreciarse dos formas de ejercer la prostitución opuestas entre sí. Las casas de pupilas internas estaban Las Prostitutas Segundo Ensanche por siglos de tradición y respondían a un sistema de tipo gremial, mientras que las casas de citas o de recibir, con mayor facilidad a la hora de incurrir en la prostitución ilegal, eran las representantes del advenimiento de un modo de producción capitalista asociado a la aparición de la modernidad.

Sin embargo, la libertad de movimiento y un mayor beneficio económico llevó muchas veces a que las pupilas decidiesen abandonar la seguridad del burdel para aventurarse en el mundo de las casas de citas y los pisos de alquiler, que las alejaba definitivamente del sistema familiar que distinguía la organización socioeconómica de las clases obreras y aumentaba sustancialmente la peligrosidad de su oficio. Da vergüenza referirlos. Sin embargo, como nuestro deber es el denunciarlo, hemos de decirlos.

Pero no es esto lo peor, ni el móvil que ha impulsado a las que suscriben a recurrir en queja ante la justificación notoria de Vd. Transcrito directamente. Pase este expediente al jefe de la Guardia Municipal para que proceda a la exacción de la indicada multa, haciendo entrega a la interesada de la certificación autorizada de este decreto También Las Prostitutas Segundo Ensanche darse por el contrario una pérdida de autoridad por parte del Negociado que multiplicó la antipatía hacia un sistema de control incapaz de hacer frente a los nuevos entretenimientos sexuales que escapaban a la lógica del burdel.

Llama en primer lugar la atención que el agresor es un hombre en cuyo negocio se ejercía clandestinamente la prostitución Un hombre que tal vez no dudó en Las Prostitutas Segundo Ensanche la violencia contra las mujeres que trabajaban a su cargo, aunque esto son meras especulaciones.

Este caso que sin duda despertó la alarma de las autoridades fue por su naturaleza, derivado a un juzgado. Los seis recursos de alzada del archivo administrativo fueron desestimados por las autoridades remarcando el control ejercido desde el Negociado de higiene sobre la actividad.

del bufete de su padre, que quedaba Ensanche arriba, en la calle Londres. mejor dicho, a los clientes que le asignaba Calvet, el segundo de la casa. y de dictar en el último caso reconocimiento de las prostitutas, y para ensanche de la poblacion, las direcciones N. E. y cúbicos en el segundo.

Sin embargo, la figura de chulos y proxenetas va Las Prostitutas Segundo Ensanche fuerza al margen de la legalidad. La diversificación de la oferta prostitucional conllevó una progresiva extinción de las relaciones entre amas y pupilas, así como una efectividad cada vez menor de las estrategias de control.

Pero abundantes referencias literarias--de Unamuno, Zugazagoitia, Prieto Hasta cierto punto. Existía una doble moral, pero las autoridades afrontaron los problemas derivados de la prostitución e intentaron encauzarlos. El moderno ensanche, cuyo primer proyecto se remonta a fue inicialmente un proyecto de la anteiglesia de Abando, por aquel entonces vecina y rival de Bilbao.

Sin embargo, hasta no comenzó la edificación del Ensanche de Abando. Sea por razones políticas, económicas, sociales o territoriales la polémica siempre estaba servida. Repudiada, degradada, pero al mismo tiempo deseada, la prostituta ocupaba una posición simbólica dentro del paisaje urbano. Para las clases Las Prostitutas Segundo Ensanche residentes en Arenal y Ensanche, la cercanía de minas y atestados barrios obreros suponía una grave del orden cívico.

La regulación estigmatizaba y señalaba a Las Prostitutas Segundo Ensanche prostituta, impidiendo una posible solidaridad de clase entre ellas y la comunidad de trabajadores pobres Las Prostitutas Segundo Ensanche la que estaban insertas. De esta forma se establecía una clara división entre los pobres considerados respetables y los no respetables. The Politics and Poetics of Transgression. Ithaca: Cornell University Press. Mapa de la prostitución en Bilbao.

Johns Hopkins University Press,

Elaboración propia a partir de las denuncias conservadas en el Archivo Histórico de la Diputación de Bizkaia y plano catastral de Bilbao. Existieron dos focos muy cercanos dedicados a la prostitución cuya cercanía y concentración facilitaba el transito tanto de clientes como de las propias prostitutas: el foco de Cantarranas- Bilbao la Vieja y el de Dan Francisco, Cortés, Mirivilla y la Fuente. Por el contrario, la margen derecha de la ría solo contaba con un Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitucional; el barrio de la Encarnación.

En este mapa de elaboración propia se han situado las principales concentraciones de prostitución de la Villa de Bilbao divididos por barrios. En la margen derecha de la Ría y en tono verde, el Barrio de la Cruz y la calle Fuente.

Si bien la margen izquierda comprendía los barrios obreros Corbin, Alain. Hubo casas de primera clase en el obrero barrio de Bilbao la Vieja y la modernización pobló precisamente esta parte Las Prostitutas Segundo Ensanche la ciudad de cosmopolitas music-halls y cafés de variedades en los que se entremezclaban todas las clases sociales.

La ausencia de los militares con el abandono del cuartel de San Francisco, tradicional foco de prostitución no desplazó casas de citas y mancebías, por el contario los congestionados barrios obreros de Bilbao la Vieja y San Francisco, cercanos a las minas de Mirivilla, se consolidaron como embrión del socialismo vasco y como dos de los principales focos de la geografía prostitucional bilbaína.

El despegue de este barrio debe situarse sobrepor saturación de Bilbao la Vieja. Así mismo existía una prostitución destinada a las clases trabajadoras y especialmente a los inmigrantes solteros deseosos de gastar sus jornales, claramente diferenciada de las distinguidas mancebías a las que acudían los burgueses.

Allí Las Prostitutas Segundo Ensanche modistillas, planchadoras, sombrereras, cigarreras, y tantas Vergara, Andoni. Delincuencia, agentes urbanos y prostitución en Bilbao a finales del siglo XIX. Bidebarrieta, Una historia de la palanca bilbaína, Gite-ipes, Bilbao, El mapa de elaboración propia muestra en verde claro las calles en las que se situaban las casas de tolerancia con pupilas internas y el barrio de Bilbao la Vieja, rodeado por un círculo del mismo color.

Como puede apreciarse en el mapa, Las Prostitutas Segundo Ensanche cuya elaboración se han tomado las direcciones aportadas en los anexos y otras extraídas de la bibliografía, el comercio sexual en Bilbao se situaba en enclaves muy determinados, la prostitución callejera nunca alcanzó el volumen de ciudades como Madrid o Barcelona y en general las autoridades pudieron controlarla sin que perturbase excesivamente el centro institucional de la villa o Las Prostitutas Segundo Ensanche cercanos barrios del ensanche burgués.

Elaboración propia a partir de denuncias y registros de mancebías legales conservadas en el Archivo Histórico de la Diputación de Bizkaia y plano catastral de Bilbao. En azul se identifican las casas de citas. A lo largo de las primeras décadas del siglo XIX el burdel evoluciona y se reinventa importando elementos procedentes de América como los cafés cantantes con orquestina, los cafés danzant y el cabaret. Indalecio Prieto recogía en sus memorias la existencia de dos casas, centros de sociabilidad masculina, en las que también se ejercía la prostitución: Casa Adela y Casa Amparo.

Estas dos mansiones se situaban en el barrio del Cortés y eran escenario de bailes y citas entre prostitutas y clientes. La muerte de Amparo y la retirada de Adela, triste por el abandono de uno de sus amantes, supusieron el fin de una era.

La casa de Amparo fue traspasada a dos nuevas Las Prostitutas Segundo Ensanche, Milagros y Pilar la Tumbona, quienes trataron de continuar con el negocio de sus predecesoras sin mucho éxito. Los tiempos habían cambiado y pocos hombres pertenecientes a las clases medias se atreverían a frecuentar direcciones poco recomendables en pleno casco antiguo. Lo que las llevó a trasladar su negocio a las afueras de la villa, concretamente a Deusto, donde construyeron un lujoso chalet al que denominaron Happy Hotel y que gozó de un éxito sin precedentes.

La cercanía de la estación de tren garantizaba la discreción, pero la fama del establecimiento hizo que Véase anexo. Crónicas de una ciudad inmortal, Txertoa, Donostia, Perfiles sociales de los actores del mercado prostitucional: Las cartillas de inscripción La población analizada para este estudio ha sido la de cien mujeres elegidas al azar entre cientos de miles de nombres cuyos datos han sido extraídos de las cartillas en las que estaban obligadas a darse Las Prostitutas Segundo Ensanche alta cuando comenzaron a ejercer la prostitución de forma legal y regularizada entre y Las cartillas recogían el nombre, la edad, la procedencia y el oficio anteriormente desempeñado por estas mujeres, así como otras observaciones de interés Edad y lugar de procedencia de las prostitutas registradas por la Sección de Higiene Especial.

Muchos son los factores que permiten explicar una trayectoria tan reducida: algunas de ellas posiblemente enfermaban y contraían enfermedades de transmisión Las cartillas incorporaban un exhaustivo Las Prostitutas Segundo Ensanche de los movimientos que realizaba la prostituta: viajes y desplazamientos a otras ciudades, estancias en el hospital y traslados de domicilio.

Las Prostitutas Segundo Ensanche dato habitual que jalona muchas veces el apartado de observaciones es el de huida, al que siguen continuos cambios de dirección. La población de Bilbao aumentó de forma significativa Las Prostitutas Segundo Ensanche al desarrollo económico e industrial y como es lógico la demanda de comercio sexual lo hizo paralelamente.

Colonia Marconi, principal foco de prostitución en Madrid

Pero a lo que podría inducir esta estadística sin una segunda lectura es a pensar que las mujeres vascas apenas se prostituían y que las bilbaínas eran las que menos lo hacían. Posiblemente desconocían la situación de sus hijas y con seguridad muchas familias habrían actuado igual que la de esta joven de Lekeitio de la que dada la cercanía terminarían llegando rumores a su localidad natal.

Otro dato importante que Las Prostitutas Segundo Ensanche acercar al motivo que abocó a estas Las Prostitutas Segundo Ensanche a la prostitución es la profesión desempeñada con Las Prostitutas Segundo Ensanche.

Walkowitz señala que estuvieran fijas en un sitio o bien Las Prostitutas Segundo Ensanche, formaran parte de una organización elaborada o fueran meramente ocasionales o improvisadas, en cualquier caso, las prostitutas eran las hijas no cualificadas de las clases no cualificadas.

Algunos médicos higienistas llegaron a sostener que ciertas profesiones estaban predestinadas al ejercicio de la prostitución. Efectivamente el servicio doméstico y el sector textil costureras, modistillas y planchadoras eran frecuentemente el punto de partida para la prostituta.

Casualmente eran profesiones precarias, el jornal era mínimo y existía una enorme competencia ocasionada por la influencia de mujeres inmigrantes. Habitualmente las familias adineradas bilbaínas habían contratado a sirvientas de su confianza que envejecían a su servicio en el caso de que no contrajesen matrimonio. No debían dar cuenta de sus idas y venidas al Negociado de Higiene, no se vigilaba su conducta y tampoco estaban obligados a realizarse revisiones íntimas.

El sistema regulacionista protegía la identidad del cliente, como trataba de proteger su salud controlando la de las prostitutas, a las que se encerraba forzosamente en hospitales y casas de corrección para evitar posibles contagios. El oscurantismo del reglamento respecto a la figura del cliente focalizaba toda la responsabilidad en las jóvenes solteras infectadas cuya supuesta promiscuidad unida a la sombra de la prostitución, las convertía en el principal foco de propagación de venéreas.

Zona callejera de putas en Pamplona

La percepción de los infectados masculinos también varió dependiendo de su clase social. Juan Pueyo, tomo I, p. Txalaparta, Presérvate del amor impuro enfermedades venéreasMadrid, Agencia Española de Librería,p. Como principales Las Prostitutas Segundo Ensanche, los hombres comienzan a aparecer como culpables en la ecuación, al mismo tiempo que se liberaba del estigma social que acompañaba a los Las Prostitutas Segundo Ensanche de enfermedades venéreas a las víctimas fortuitas El pauperismo de las viviendas e infraestructuras de los barrios obreros de la capital vizcaína despertaron la alarma de numerosos médicos bilbaínos y de la propia Diputación de Bizkaia.

Acudir a los registros de los hospitales y los datos de los enfermos de sífilis podrían resultar reveladores ya que hombres de toda clase social, estado civil y edad fueron infectados por venéreas. Otra mirada sobre la industrialización vasca, UPV, Bilbao, Op Cit, p Las fuentes literarias — testimonios orales, memorias o novelas — tradicionalmente consideradas subjetivas, son en realidad un terreno privilegiado para el estudio de las Las Prostitutas Segundo Ensanche de género.

Las Prostitutas Segundo Ensanche texto literario como determinante Las Prostitutas Segundo Ensanche un inconsciente político permite descubrir soluciones imaginarias en el terreno estético relacionadas con contradicciones sociales de difícil resolución Los nombres de quienes, ya fuesen hombres o mujeres, prefirieron mantenerse al margen de la legalidad se recogen en las denuncias junto a Las Prostitutas Segundo Ensanche multas que debieron pagar y los embrollos judiciales en los que se vieron envueltos.

Las cartillas recogían la edad y el estado de salud de estas mujeres y las clasifican en función de su calidad como productos al servicio de un sistema al que solo le importaba continuar accediendo a sus cuerpos siempre que resultasen saludables. Documentos de cultura, documentos de barbarie. La narrativa como acto socialmente simbólico. Visor distribuciones, Sumida en la precariedad e incapaz de hacer frente a la acumulación de multas que le imponían los inspectores terminó siendo internada durante veinticinco días en la casa Las Prostitutas Segundo Ensanche de Bilbao.

Historias de vida como la de Rosa del Campo y las condiciones de extrema dureza en que centenares, acaso miles de mujeres debieron arrastrar su existencia como prostitutas en Las Prostitutas Segundo Ensanche Villa de Bilbao pueden ser reconstruidas por distintas vías a partir de la documentación de archivo. Un primer instrumento nos lo ofrecen los sucesivos reglamentos de higiene especial, que recogieron el debate europeo Las Prostitutas Segundo Ensanche estadounidense en torno a la necesidad de regular la prostitución.

De hecho, el sistema reglamentista español bebe directamente de la vecina Francia. Pero los reglamentos no resumen la realidad. La picaresca no fue infrecuente y los documentos aparecen salpicados de figuras transgresoras que trataron de volver a su favor un sistema basado en la vigilancia y el control. Solo la popularización de medicamentos como el SALVASAN o la penicilina pudieron hacer frente a la temida sífilis, inevitablemente asociada al contacto con prostitutas y a los comportamientos promiscuos adjudicados a los hombres de clase obrera.

Sin embargo, la mancha de las venéreas azotó a la totalidad de las clases sociales burlando los planteamientos Las Prostitutas Segundo Ensanche. Locales de venta de txakolí, fondas y tabernas protagonizaron buena parte de las denuncias presentadas por inspectores de higiene y veladores nocturnos. Si los burdeles y mancebías compartieron espacios muy determinados y cercanos a la Ría, con un mayor peso en la margen izquierda, las fondas se extendieron por espacios de la ciudad que tradicionalmente no se asocian a la prostitución.

La abundancia de los datos permite elaborar un perfil sociológico muy determinado de las mujeres que ejercieron la prostitución en la capital bilbaína que contrasta con el enmudecimiento en lo que concierne al cliente.

Si es posible acercarse al proxeneta, especialmente cuando se trataba de una mujer, pero como revela la documentación también hubo hombres que se dedicaron al proxenetismo, actividad que el reglamento solo reconocía a la mujer. Queda también pendiente una visión comparativa que establezca paralelismos en el ejercicio y control de la prostitución de Bilbao respecto a otros enclaves como Madrid, Valencia, Barcelona o Lisboa.

Si bien la extensión de este trabajo no puede abarcar la totalidad de una realidad tan compleja como la de la prostitución, permite acercarse a la cotidianeidad de las vidas de las mujeres implicadas en ella. Gran parte de ellas fueron inmigrantes que provenían de otras ciudades españolas o procedentes de zonas rurales de Euskadi.

Enormes contingentes de jóvenes solteras acudían a la capital vizcaína en busca de una vida mejor. Las Prostitutas Segundo Ensanche desprotección que implicaba verse alejada de su población de origen, la libertad de movimientos que implicaba la lejanía de su familia y la precariedad de unos trabajos peor pagados que los de sus compañeros de clase obrera explican que la mayor parte de las prostitutas bilbaínas habían sido previamente sirvientas, seguidas de cerca por modistas y mujeres que decían estar dedicadas a sus labores aunque hoy sabemos que muchas de ellas participaban activamente en el mercado laboral, ya formal o informalmente.

El enriquecimiento de amplias capas de las clases medias, ansiosas de imitar las costumbres de la Las Prostitutas Segundo Ensanche burguesía, dio pie a nuevas relaciones entre amos y servicio.

Tradicionalmente el servicio envejecía junto a sus empleadores y las sirvientes solo abandonaban la casa si contraían matrimonio. No era extraño que muchas de ellas entrasen de niñas como criadas Las Prostitutas Segundo Ensanche una casa y terminasen muriendo en ella.

Por otra parte, muchas de las jóvenes sirvientas sufrieron abusos por parte del señor o de los señoritos, o bien mantuvieron relaciones con ellos que terminaban a menudo con embarazos no deseados.

Sin duda no es una casualidad que este patrón se repita actualmente en las ciudades españolas. Mujeres que abandonan sus países de origen con el fin de mejorar económicamente y a menudo reenviar remesas a sus casas natales. La frontera entre aceptabilidad y degeneración ha sido siempre móvil y motivo de debate. Mientras que determinadas actividades han sido condenadas y perseguidas, como la sodomía, otras Las Prostitutas Segundo Ensanche logrado rebasar la frontera de la aceptabilidad.

Expediente Sección I Negociado de Policía local El gobernador remite el recurso de alzada impuesto por D Fernando Las Prostitutas Segundo Ensanche contra una providencia del Alcalde de esta villa imponiéndole la multa de 25 pesetas por infracción del Reglamento especial Las Prostitutas Segundo Ensanche Higiene Acompaño a v.

Bilbao 3 de octubre de b La sección ha encaminado el recurso de alzada interpuesto por Don Fernando Altuna contra una providencia del Alcalde de esta Villa imponiéndole la multa de 25 pesetas, por infracción del reglamento especial de higiene, que el señor gobernador remite a v. Bilbao 17 de octubre de Pedro Frutos. Lo que comunica a V.

En contestación a su escrito fecha de ayer, tengo el honor de remitirle adjunto el informe de esta alcaldía, que por olvido involuntario dejo de acompañarse al actual recurso de alzada interpuesto por Don Fernando Altuna contra una providencia del Alcalde de esta capital.

Bilbao 24 de Octubre de d La sección ha examinado el recurso de alzada interpuesto por Don Fernando Altuna, vecino de esta villa contra una providencia del Alcalde imponiéndole la multa de 25 pesetas por infracción del Reglamento especial de Higiene, recurso que el Sr gobernador remite a los efectos del artículo de la ley municipal.

Bilbao 27 de octubre de La comisión provincial en sesión celebrada en esta fecha ha elevado a acuerdo el siguiente informe. Aquí el informe Lo que con devolución del expediente de su referencia tengo el honor de comunicar a v. Cédula personal de inscripción A pesar de que la cédula apenas resulta legible, apréciese que se recogen datos personales como nombre, edad y categoría a la que pertenecía la prostituta inscrita. También aparece recogido el precio de expedición de la cédula: cincuenta céntimos de peseta.

Pertenecen a las secciones de higiene especial de otras provincias. En ellas se da de baja a las prostitutas en el registro de su ciudad y se traslada el aviso a la Villa de Bilbao. Aparecen notificaciones de traslados de Madrid, Valladolid, Santander, Vitoria, Pamplona y Zaragoza, lo que demuestra una intensa colaboración entre los ayuntamientos españoles. Cuando estas mujeres decidían trasladarse o viajar debían notificarlo al negociado de higiene que a su vez trasladaba esa información al Las Prostitutas Segundo Ensanche de la prostituta, quien una vez allí debía inscribirse como tal para recibir su cartilla de identificación personal.

Universidad del País Vasco. Ascoli, David. Londres, Hamish Hamilton, Butler, Josephine. Castejón Bolea, Ramón. Clement, Elizabeth Alice.

Canadian Journal of Sociology, Ed Flammarion, Lolitas, amancebados y busconas: Relaciones de género en los barrios populares madrileños Etxebarria Arquero, Berta.

Foucault, Michael. Siglo XXI, []. Foucault, Michel. Ed Siglo XXI, []. García, Abad Rocío. Gayle, Rubin. Goffman, Ervinng. Guereña, Jean Louis.

Guereña, Jean- Louis. Guereña, Jean-Louis. Nueva York: Routedge, Hubbard, Phil. Sexuality, Las Prostitutas Segundo Ensanche and the City: Red-light districts and the marginalisation of female street prostitutes, Gender, Place and Culture, Israel, Ross Andrew. Jeffreys, Sheila. La economía política de la comercialización global del sexo. Paidós Judith R. Llona, Miren.

Universidad del País Vasco, Millet, Kate. Presérvate del amor impuro enfermedades venéreas. Madrid, Agencia Española de Librería, Pallol Trigueros, Rubén. Registros, Pallol, Rubén. Diputación Foral de Bizkaia, Ganadores de pan y amas de casa. Ed Txalaparta, Ryan, P. Said, Edward.

Orientalism, Nueva York, Las Prostitutas Segundo Ensanche books, París: Éditions du Seuil, Scott, Joan W. Stallybrass, P. Thompson, Kenneth. Veloso, Isabel. Vergara, Andoni.

Villa, Imanol. Bilbao: Crónicas de una ciudad inmortal, Txertoa, Donostia, Walkowitz R, Judith. Narraciones sobre peligro sexual en el Londres victoriano. WomenClass and the State. Nueva York, Oxford Journals, Weeks, Jeffrey. Longman, Zavala, j. Zola, Emile. Les Rougon, Related Papers. El objetivo principal de este apartado no es la reproducción completa de la normativa higienista, sino dar respuesta a cuestiones como los criterios que llevaron a las autoridades a regular la actividad prostitucional y seguir con especial atención las variaciones y adiciones que acompañaron cada aprobación de un nuevo reglamento permitiendo desentrañar sin excesiva dificultad los miedos y ansiedades que la prostitución despertaba entre las clases dirigentes.

Finalmente es importante resaltar que la ley no siempre se hace para ser cumplida si no como un medio al que acceder cuando Las Prostitutas Segundo Ensanche pretende controlar un fenómeno que comienza a preocupar a las autoridades.

Masaje con la mano  Segundo Ensanche

Reglamento de Higiene Especial El reglamento de se configuró como la base normativa a partir de la cual se desarrolló la regulación del comercio sexual en Bilbao a lo largo del período que este trabajo pretende abordar. Las variaciones respecto a esta primera normativa fueron mínimas y la mayor parte de los artículos fueron repitiéndose de forma continua sin 83 de Anquera, Benedicto. Reformas sociales información oral y escrita Las Prostitutas Segundo Ensanche en virtud de la Real Orden de Ministerio de trabajo y seguridad social, p Los reglamentos regulaban la prostitución como cualquier otra actividad económica y recogían las tarifas asociadas a la categoría de cada prostíbulo.

Las casas donde las prostitutas tengan morada fija. Las Prostitutas Segundo Ensanche de citas, donde son admitidas las prostitutas aisladas. Artículo 25 Cada una de estas categorías estaba subdivida en tres clases.

En la tercera aquella cuya tarifa es menor de dos pesetas. Los inspectores de higiene especial fueron sustituyendo las atribuciones Las Prostitutas Segundo Ensanche anteriormente habían venido desempeñando los veladores nocturnos, principalmente la realización de pesquisas a fin de documentar los comportamientos moralmente sospechosos y comunicar las infracciones a las autoridades judiciales para la imposición de la multa correspondiente en caso de infracción de alguno de los artículos del reglamento.

Para Las Prostitutas Segundo Ensanche se dividió la Ría en Las Prostitutas Segundo Ensanche secciones, margen izquierda y margen derecha, en la que los inspectores prestaban servicio temporal y alternativamente: 84 AHDB. Artículos 24 y Otra figura fundamental era la del médico higienista que trataba semanalmente a las prostitutas para descartar enfermedades sexuales y especialmente la temida sífilis. Parece bastante probable que a finales del siglo XIX en Bilbao se diese un aumento de los contagios de enfermedades de transmisión sexual o que existiese una mayor conciencia respecto a los riesgos que dichas enfermedades acarreaban.

Así parece indicarlo el encargo de instrumental para mejorar el laboratorio bilbaíno que las autoridades dedicaban al tratamiento de la sífilis.

El doble código de moralidad sexual, que justificaba el acceso de los hombres al consumo Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitución al tiempo que regulaba todos los aspectos de la vida de estas mujeres fue una constante en todos los países occidentales en los que se aprobaron reglamentaciones.

Artículo Op Cit. Al presionar para que hubiera una inspección médica de las prostitutas mientras se negaban a Las Prostitutas Segundo Ensanche un examen genital periódico para los soldados que constituían su clientela, los arquitectos de estas leyes reforzaban una doble moralidad sexual … Se mostraban muy seguros respecto al imperativo fisiológico del deseo sexual para los hombres, pero daban frecuentes rodeos en relación con las mujeres.

Walkowitz, Judith. La ciudad de las pasiones terribles. Narraciones sobre peligro sexual en el Londres victoriano, pp Universitat de València, Las Prostitutas Segundo Ensanche de la Mujer. Véase también P. De las prostitutas I. Se prohíbe a las prostitutas: - Salir de casa en traje poco decente o en estado de embriaguez. Aunque no fuera así, Las Prostitutas Segundo Ensanche reglamentación parecía abrir la puerta a que se sancionara a las mujeres que trasgrediesen las normas sociales o bordeasen los límites de la indecencia.

La postura regulacionista, que en España despertó inicialmente las iras de los conservadores, no buscaba la supresión de la prostitución, al contrario. De esta manera los apetitos sexuales masculinos no pondrían en riesgo a las mujeres honradas y los ayuntamientos pasaban a sacar provecho de una muy rentable actividad económica. Uno de los aspectos que preocupaba especialmente al Negociado de Higiene eran las bajas y altas en los libros de registro.

Por ello se vigilaba durante meses la conducta de las mujeres que manifestasen su intención de abandonar la actividad 91 AHDB. De las prostitutas: Se temía que la inmoralidad y el comportamiento de estas mujeres pudiese ser imitado induciendo a la corrupción de otras mujeres. Ninguna familia burguesa contrataría nuevamente a una prostituta como sirvienta e idéntica suerte les aguardaba en los oficios textiles.

Solo les quedaba trasladarse allí donde no fuesen conocidas, lo que entrañaba enormes dificultades ya que debían comunicar al Negociado Las Prostitutas Segundo Ensanche Higiene sus idas y venidas o el matrimonio. Si bien algunas mujeres abandonaron la prostitución para casarse, no todas lo conseguían ya que pocos hombres querían a una mujer caída como esposa, aunque es cierto que cualquier sospecha sobre ellas desaparecía al quedar bajo el control de un hombre, mientras que aquellas que abandonasen la profesión por iniciativa propia se veían sujetadas a una libertad vigilada durante años.

Capítulo II, De las prostitutas. De hecho, entre los datos recabados en el AHDB rarísima vez aparecen prostitutas cuyo estado civil sea el de casadas.

Este caso que sin duda despertó la alarma de las autoridades fue por su naturaleza, derivado a un juzgado.

Ayuntamiento un nuevo reglamento que pasó a sustituir al anterior. Si bien continuó vigente la normativa del 73, se profundizó en la legislación, se añadieron detalles y se derogaron disposiciones contrarias a la nueva normativa: Capítulo VII: Disposiciones generales Artículo Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a la aplicación de este Reglamento. Capítulo VII: Disposiciones generales.

Las Prostitutas Segundo Ensanche II: De las prostitutas. Casas con pupilas internas 2. Casas de recibir donde concurran las ambulantes.

Capítulo III: De las amas; sus casas y clases. Artículos 9 a Reglamento de Higiene Especial Archivo de la diputación de Vizcaya Las pupilas dependían de las amas que les ofrecían a costa de su libertad un hogar y seguridad frente a los peligros que podía suponer el ejercicio de la prostitución en solitario.

La relación entre ama y pupila recuerda a las relaciones entre maestros y aprendices características del sistema gremial. Artículos A menudo las amas alegaban que las ropas y adornos eran un préstamo que permitían utilizar a sus pupilas para mejorar Las Prostitutas Segundo Ensanche aspecto y por tanto pertenecían al negocio.

Zona callejera de putas en Pamplona, putas callejeras - elviraosetina.com

Las pupilas tenían siempre deudas con las amas de prostíbulo y terminaban quedando atadas a ellas. Los siglos XIX y XX fueron testigos de un progresivo aumento del poder de los médicos sobre las prostitutas, que rompe con la idea de que el liberalismo y la disolución gremial conllevaron una flexibilización de 98 Roquero, Charo, Op Cit, pp Cualquier enfermedad contagiosa que padeciesen las prostitutas, aunque no fuese venérea, debía ser tratada en el hospital donde a la enferma se la mantendría en cuarentena y alejada de su trabajo, especialmente si afectaba a la piel.

Sin embargo, no se permitía a los higienistas darles asistencia médica en caso de contraer cualquier enfermedad no susceptible de contagio poniendo en evidencia que el bienestar de las mujeres no tenía cabida en el Reglamento. En caso de que la prostituta contrajese una enfermedad incurable era dada de baja en los registros de forma definitiva 99 En general y desde la edad moderna se produjo una sustitución de los saberes femeninos asociados al cuerpo de Las Prostitutas Segundo Ensanche mujer y especialmente Las Prostitutas Segundo Ensanche la maternidad por un discurso médico que estigmatizaba a figuras como la matrona.

Capítulo IV: Del facultativo. Los inspectores dependían directamente del médico higienista y debían llevar un Las Prostitutas Segundo Ensanche de altas y bajas en el Las Prostitutas Segundo Ensanche se anotasen los reconocimientos sanitarios de pensionistas y aisladas, así como cualquier observación relativa a su cargo.

Tenían también la obligación de conducir al hospital a las prostitutas enfermas y de entregar sus respectivas cartillas en Las Prostitutas Segundo Ensanche Negociado de higiene, así como devolvérsela una vez se les hubiese dado el alta y se hubiesen tomado las anotaciones pertinentes.

Capítulo V: Inspección y vigilancia. En caso de insolvencia, las afectadas sufrirían arrestos correspondientes a la suma que estuviesen forzadas a abonar El estudio de los reglamentos, así como la documentación relativa a multas y denuncias suscitada por la aplicación del mismo permite rehacer en parte la vida de estas mujeres a medio camino entre la casa galera, el prostíbulo y el hospital, y también acercarse a la figura del ama.

Ni siquiera recogen la posibilidad de que un hombre dirigiese una mancebía y desde luego no Las Prostitutas Segundo Ensanche dirige ninguna prerrogativa hacia los clientes, quienes siempre disfrutaron de total libertad y anonimato. Dos mundos absolutamente distintos que inevitablemente confluían: el de la libertad absoluta del cliente varón frente a una restricción cada vez mayor sobre la prostituta.

Puta  Navarra

No sólo se mantenía el rigor y el tono restrictivo de los reglamentos precedentes, sino que por primera vez el Negociado trató de regular aspectos como la maternidad o la edad mínima para ejercer la prostitución. Artículos 46 a Redactado el oportuno proyecto y creyendo que en él se sabían los vacíos que se notan en el actual reglamento, la Comisión Las Prostitutas Segundo Ensanche sometido al someterlo v. Tal es el parecer de la Comisión de Gobernación, v. Casa consistorial de Bilbao a 3 de marzo de Introducción al reglamento de higiene especial.

Capítulo II: Administración del servicio de Higiene especial. Artículos 2 a En caso contrario y aun habiendo manifestado su intención de abandonar la actividad, debía esperar tres meses para su eliminación definitiva del registro.

Los otros dos supuestos que hacían desaparecer su nombre del registro eran la muerte y el matrimonio. De forma que la confianza en estas mujeres residía en el control que un hombre pudiese ejercer Las Prostitutas Segundo Ensanche ellas: Capítulo III: De las prostitutas. Las mujeres que trabajasen como sirvientas en las casas de tolerancia debían a su vez someterse a examen en el caso de no superar los cincuenta Se cuestionaba por tanto el comportamiento sexual y la moralidad de cualquier mujer que pisase este tipo de establecimientos dudosos.

Todos estos dispositivos de control muestran el temor social que existía hacia unas mujeres que gozaban de una mayor autonomía y la necesidad de ejercer un férreo Las Prostitutas Segundo Ensanche sobre su comportamiento. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas Huelga decir que seguramente muchas de las mujeres inscritas en las cartillas mintiesen respecto a su edad.

Muchos jóvenes, incluyendo miembros de la burguesía, eran iniciados al sexo y a la cultura de sociabilidad masculina de burdel a edades muy tempranas Se pretendía con ello acelerar su paso de niños a AHDB Bilbao duplicados. Capítulo IV: De las casas de Las Prostitutas Segundo Ensanche y de las de citas. Artículos 40 a Es cierto que Las Prostitutas Segundo Ensanche se restringían las idas y venidas de las pupilas, pero cabe imaginarse el espacio cerrado, oscuro y agobiante en el que pasaban la mayor parte de las horas del día, escondidas de la vista del ciudadano decente.

Las atribuciones de facultativos higienistas e inspectores aumentan, pero también sus obligaciones. Resulta curioso que se prohibía a los médicos higienistas, como recoge el artículo 64, tratar cualquier enfermedad que no fuese contagiosa a las prostitutas, lo que demuestra que sólo preocupaba evitar que los clientes fuesen contagiados y no la salud de las mujeres.

Tanto los apartados dedicados a los médicos como aquellos que se dirigían a los inspectores Las Prostitutas Segundo Ensanche con claridad la prohibición de acepar cualquier estipendio extraordinario o soborno por parte de amas y pupilas.

Es posible que parte del personal dependiente del Negociado de higiene cometiese irregularidades que obligasen a tomar medidas legales. Capítulo III: De las prostitutas. También se prohibía a los inspectores que incurriesen en alguna falta del reglamento y aceptasen sobornos. Capítulo V: Medidas sanitarias. Capítulo VI: Inspección de Las Prostitutas Segundo Ensanche. Capítulo IV: De la prostitución y las casas de citas. Reglamento de Higiene Especial Las Prostitutas Segundo Ensanche variaciones respecto al anterior reglamento fueron mínimas, siendo la principal el establecimiento de la edad mínima de acceso a la prostitución en veintitrés años: Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de Las Prostitutas Segundo Ensanche Artículo Queda expresamente prohibido a las amas de casas de tolerancia, el admitir a muchachas menores de veintitrés años.

El temor a un posible comercio Las Prostitutas Segundo Ensanche los cuerpos de mujeres europeas de clases medias excluía a las mujeres trabajadoras, a las que se continuó viendo como foco de enfermedad y degeneración.

Moral panics. Routledge, London, Por otro lado, se incidió especialmente en el control sanitario sobre la prostitución por una posible concienciación sobre los riesgos derivados de las enfermedades venéreas. Capítulo V: Del facultativo. Artículos 51 y Las Prostitutas Segundo Ensanche su vez se encomendaba a los dos inspectores de higiene elegidos por el Ayuntamiento actuar con especial discreción, poniendo cualquier Las Prostitutas Segundo Ensanche que les surgiese en conocimiento de la alcaldía: Las Prostitutas Segundo Ensanche VI.

Buena parte de los fondos pertenecientes a la sección de higiene especial de Las Prostitutas Segundo Ensanche corresponden a las numerosas denuncias suscitadas por infracciones de la normativa reglamentista. Se han seleccionado entre los miles de denuncias que conforman los fondos municipales, aquellas en las que no se conoce la identidad del denunciante. Se ha intentado proporcionar una muestra significativa que permita completar la información obtenida a través del estudio del Las Prostitutas Segundo Ensanche.

Las estrategias de poder implican siempre una multiplicidad de estrategias de resistencia como respuesta y las acciones de los afectados por el régimen reglamentista no redujeron a la interiorización de los mecanismos de poder disciplinario. Amas y prostitutas trataron de evadir los férreos controles médicos e incluso trataron de apoyarse Las Prostitutas Segundo Ensanche la normativa para volverla a su favor o tratar de eliminar a la competencia apelando al reglamento.

Las continuas transformaciones y reinterpretaciones que acompañaban Las Prostitutas Segundo Ensanche los reglamentos recogen un proceso permanente de conflicto y negociación entre contingentes en lucha. Otras denuncias proceden de los médicos higienistas, que a menudo encontraban en las casas de tolerancia prostitutas enfermas. Frente a los casos aislados en los que las denuncias procedían de particulares y vecinos, la regulación de la prostitución preocupó especialmente a las autoridades, fieles representantes de los intereses de las clases hegemónicas.

La regulación del comercio prostitucional conllevó sin duda importantes ganancias a través de los arbitrios que cobraba el Ayuntamiento a las casas de tolerancia, era realmente todo un negocio ya que de alguna manera eran las propias autoridades las que actuaban como proxenetas participando indirectamente de los beneficios asociados al comercio sexual.

Por otra parte, si los reglamentos ni tan siquiera recogen la Las Prostitutas Segundo Ensanche de que hubiese hombres implicados en el negocio y siempre se habla de amas, las denuncias sacan a la luz la identidad de particulares masculinos plenamente implicados en el comercio carnal.

Sin embargo, no deja de resultar paradójico que siempre fuesen hombres, excepto las hermanas de la caridad de las casas de misericordia, quienes regiesen sobre el destino de estas mujeres. Por complacer a un hombre cometí mi primera Las Prostitutas Segundo Ensanche y después pasé de un hombre a otro.

Los policías nos ponen las manos encima. Los hombres nos examinan, nos manipulan, nos arreglan. Roquero, Charo. Historia de la prostitución en Euskal Herria, Txalaparta,pp También fueron hombres quienes redactaron una normativa higienista que hacía a la mujer responsable del contagio de enfermedades venéreas.

De ellos, sin embargo, no da pista alguna la documentación relativa a la sección de higiene especial. Se hacen informes sobre cómo proteger a los niños y evitar que se les ponga a trabajar a edad temprana, sin que tengan fuerzas y desarrollo para soportar las fatigas del trabajo.

El Las Prostitutas Segundo Ensanche clandestino de la prostitución Las Prostitutas Segundo Ensanche las infracciones fueron castigados a través de las multas que estipula el reglamento y que iban de las Citado en Butler, Josephine.

The garrison towns of Kent. Shield, 9 de mayo de La prostitución y sus reglamentos. Madrid, Este terminó siendo el caso Las Prostitutas Segundo Ensanche Ignacia Otaegui a quien, en primer lugar, en los veladores nocturnos le impusieron diez días de arresto y una multa de cincuenta pesetas por dedicar su domicilio a la prostitución clandestina. La pena consistió en diez días de arresto y una multa de cincuenta pesetas.

Denunciante: Celadores nocturnos De hecho, en se le impone otra multa por la desaparición de una de Las Prostitutas Segundo Ensanche pupilas de un Las Prostitutas Segundo Ensanche situado en Bilbao la Vieja que estaba en período de observación médica. Sin embargo, la mencionada Ignacia Otaegui no siempre fue Las Prostitutas Segundo Ensanche de afrontar las multas que le fueron impuestas y en fue declarada insolvente tras negarse a pagar en dos ocasiones. Aclaraba incluso a los agentes del orden que trataron de imponer la multa que en su casa hacía aquello que ella creía conveniente sin verse obligada a dar explicaciones a nadie.

Algunos de los documentos que el expediente de Ignacia Otaegui alberga resultan Las Prostitutas Segundo Ensanche y el decreto en el que aparece la pena impuesta a la afectada ha desaparecido, si aparece notificado sin embargo el requerimiento en el que se recoge la puesta en libertad de la reclusa.

Su fin era la reeducación de las mujeres caídas, aunque no solo albergaban prostitutas sino también ladronas, pobres, vagabundas y otras reas, aunque con el tiempo terminaron dedicadas casi Las Prostitutas Segundo Ensanche a las mujeres de vida airada La mayor parte de los discursos sobre la sexualidad ya fuesen religiosos, Arch.

Cit pp El instinto sexual se aisló como un instinto biológico y psíquico autónomo. Al mismo tiempo que se analizaban todas las anomalías que pudiesen afectar al sistema sexual, se prestó atención a la normalización y patologización de la conducta al tiempo que se busca una tecnología correctiva de dichas anomalías Sus antinaturales pulsiones sexuales eran Las Prostitutas Segundo Ensanche embargo fundamentales para el correcto funcionamiento de una sociedad que ya no requería la limitación del sexo a su papel reproductor.

El inspector de higiene especial D. En el caso de la denuncia impuesta por el Alcalde del Foucault, Michel. Tomo I: La voluntad de saber. Siglo XXI,pp El inspector de higiene propone que se haga pagar 30 pesetas de multa a la acusada.

Sin embargo, finalmente se le impone la multa Por otra parte, los establecimientos dedicados al ocio nocturno podían turbar la tranquilidad del vecindario, impidiendo el descaso de quienes debían levantarse pronto para trabajar.

Al igual que ocurría en otras ciudades españolas y europeas la luz artificial permitió crear un tiempo artificial que hacía posible extender las jornadas laborales de unos y el tiempo de ocio y descanso de otros, suscitando conflictos en torno a la gestión de los horarios nocturnos. Dependían del concejo y tenían su propio reglamento. Universidad Complutense de Madrid,pp Lo que tengo el honor de trasladar a v.

Da la impresión de que son los horarios de descanso del vecindario lo que los inspectores de higiene intentaban proteger. Frente a la incidencia del reglamento sobre la vestimenta o las conductas indecorosas el reglamento no recoge nada mientras que las denuncias, a menudo remarcaban lo avanzado de la hora y las molestias suscitadas por el jolgorio. Posiblemente fueron los vecinos quienes elevaron sus quejas al Ayuntamiento dando pie a numerosas multas y amonestaciones contra este establecimiento.

Firma conmigo Simón Cobrada que de certifico. Señor Juez Municipal de esta Villa. Mientras que muchas mujeres sufrieron estancias en casas galera y hospitales, otras se mantuvieron fuera de la legalidad sin sufrir castigo alguno.

Destaca el caso de Bernardina Escauriaza, quien despertó el enfado de los inspectores de higiene que llegaron a elevar su caso a la alcaldía. Esto como v. Debo manifestar a v. En vista de esto v. Aduciendo a las sospechas que circulaban en el bloque y a las molestias causadas por el paso de personas de vida airada y actitud poco decorosa, la totalidad de los vecinos del bloque solicitan que se le Las Prostitutas Segundo Ensanche la pena correspondiente a la prostitución clandestina y que fuese expulsada del bloque a fin de que la tranquilidad y la honradez de los habitantes fuesen restauradas de nuevo: Año Carnicería vieja Firman nueve vecinos.

Es multada con 50 pesetas Muchas veces las prostitutas trataban de incumplir el reglamento escondiendo a sus hijos de las autoridades. Las prostitutas tenían prohibido, por la influencia perniciosa y corruptora que su ocupación pudiera ejercer, mantener la patria potestad por lo que los niños terminaban generalmente en inclusas y hospitales Arch. No puede especificarse hasta qué punto era infundado o no. Las condiciones que acompañaban al embarazo y las del propio abandono hacían mínima la supervivencia de los niños.

Esta situación dio pie a profundos debates en los que se cuestionó duramente la eficacia de inclusas y hospitales planteando que funcionaban como una forma de infanticidio encubierto. No resulta descabellado pensar que las prostitutas fuesen consideradas influencias perniciosas y por tanto apartadas de sus hijos, como le sucedió a Engracia Las Prostitutas Segundo Ensanche a la que se privó de la patria potestad: Año Calle Mirivilla Resolución Las Prostitutas Segundo Ensanche Gobernador Civil de la Provincia: Como el caso que se denuncia cae de llenoa juicio de la alcaldía, dentro de las prescripciones del artículo del Código Civil que previene que los Tribunales puedan privar de la patria potestad a los padres en Weeks, Jeffrey.

Sex, politics and society: The regulation of sexuality since Longman,pp Quienes suscribían esta denuncia eran las amas de casas de mancebía con pupilas internas Las Prostitutas Segundo Ensanche oposición a las amas de casas de citas o de recibir Las conductas que consideraban reprensibles eran las siguientes: - Albergar prostitutas sueltas, es decir; no inscritas en las cartillas.

La denuncia emplea un lenguaje barroco y elogia ampliamente el contenido del reglamento.

REGLAMENTO DE PROFILAXIS

Pueden apreciarse dos formas de ejercer la prostitución opuestas entre sí. Las casas de pupilas internas estaban precedidas por siglos de tradición y respondían a un sistema de tipo gremial, mientras que las casas de citas o de recibir, con Las Prostitutas Segundo Ensanche facilidad a la hora de incurrir en la prostitución ilegal, eran las representantes del advenimiento de un modo de producción capitalista asociado a la aparición de la modernidad.

Sin embargo, la libertad de movimiento y un mayor beneficio económico llevó muchas veces a que las pupilas decidiesen abandonar la seguridad del burdel para aventurarse en el mundo de las casas de citas y los pisos de alquiler, que las alejaba definitivamente del sistema familiar que distinguía la organización socioeconómica de las clases obreras y aumentaba sustancialmente la peligrosidad de su oficio.

Da vergüenza referirlos. Las Prostitutas Segundo Ensanche embargo, como nuestro deber es el denunciarlo, hemos de decirlos.

Pero no es esto lo peor, ni el móvil que ha impulsado a las que suscriben a recurrir en queja ante la justificación notoria de Vd. Transcrito directamente. Pase este expediente al jefe de la Guardia Municipal para que proceda a la exacción de la indicada multa, haciendo entrega a la interesada de la certificación autorizada de este decreto También pudo darse por el contrario una pérdida de autoridad por parte del Negociado que multiplicó la antipatía hacia un sistema de control incapaz de hacer frente a los nuevos entretenimientos sexuales que escapaban a la lógica del burdel.

Llama en primer lugar la atención que el agresor es un hombre en cuyo negocio se ejercía clandestinamente la prostitución Un hombre que tal vez no dudó en usar la violencia contra las mujeres que trabajaban a su cargo, aunque esto son meras especulaciones.

Este caso que sin duda despertó la alarma de las autoridades fue por su naturaleza, derivado a un juzgado. Los seis recursos de alzada del archivo administrativo fueron desestimados por las autoridades remarcando el control ejercido desde el Negociado de higiene sobre la actividad.

Sin embargo, la figura de chulos y proxenetas va cobrando fuerza al Las Prostitutas Segundo Ensanche de la legalidad. La diversificación de la oferta prostitucional conllevó una progresiva extinción de las relaciones entre amas y pupilas, así como una efectividad cada Las Prostitutas Segundo Ensanche menor de las estrategias de control.

Pero Las Prostitutas Segundo Ensanche referencias literarias--de Unamuno, Zugazagoitia, Prieto Hasta cierto punto. Existía una doble moral, pero las autoridades afrontaron los problemas derivados de la prostitución e intentaron encauzarlos. El moderno ensanche, cuyo primer proyecto se remonta a Las Prostitutas Segundo Ensanche inicialmente un proyecto Las Prostitutas Segundo Ensanche la anteiglesia de Abando, por aquel entonces vecina y rival de Bilbao.

Sin embargo, hasta no comenzó la edificación del Ensanche de Abando. Sea por razones políticas, económicas, sociales o territoriales la polémica siempre estaba servida. Repudiada, degradada, pero al mismo tiempo deseada, la prostituta ocupaba una posición simbólica dentro del paisaje urbano. Para las clases medias residentes en Arenal y Ensanche, la cercanía de minas y atestados barrios obreros suponía una grave del orden cívico.

La regulación estigmatizaba y señalaba a la prostituta, impidiendo una posible solidaridad de clase entre ellas y la comunidad de trabajadores pobres en la que estaban insertas.

De esta forma se establecía una clara división entre los pobres considerados respetables y los no respetables.

The Politics and Poetics of Transgression. Ithaca: Cornell University Press. Mapa de la prostitución en Bilbao. Elaboración propia a partir de las denuncias conservadas en el Archivo Histórico de la Diputación de Bizkaia y plano catastral de Bilbao.

Existieron dos focos muy cercanos dedicados Las Prostitutas Segundo Ensanche la prostitución cuya cercanía y concentración facilitaba el transito tanto de clientes como de las propias prostitutas: el foco de Cantarranas- Bilbao la Vieja y el de Dan Francisco, Cortés, Mirivilla y la Fuente.

Masaje erótico  Segundo Ensanche

Por el contrario, la margen derecha de la ría solo contaba con un foco prostitucional; el barrio de la Las Prostitutas Segundo Ensanche.

En este mapa de elaboración propia se han situado las principales concentraciones de prostitución de la Villa de Bilbao divididos por barrios. En la margen derecha de la Ría y en tono verde, el Barrio de la Cruz y Las Prostitutas Segundo Ensanche calle Fuente. Si bien la margen izquierda comprendía los barrios obreros Corbin, Alain. Hubo casas de primera clase Las Prostitutas Segundo Ensanche el obrero barrio de Bilbao la Vieja y la modernización pobló precisamente esta parte de la ciudad de cosmopolitas music-halls y cafés de variedades en los que se entremezclaban todas las clases sociales.

La ausencia de los militares con el abandono del cuartel de San Francisco, tradicional foco de prostitución no desplazó casas de citas y mancebías, por el contario los congestionados barrios obreros de Bilbao la Vieja y San Francisco, cercanos a las minas de Mirivilla, se consolidaron como Las Prostitutas Segundo Ensanche del socialismo vasco y como dos de los principales focos de la geografía prostitucional bilbaína.

El despegue de este barrio debe situarse sobrepor saturación de Bilbao la Vieja. Así mismo existía una prostitución destinada a las clases trabajadoras y especialmente a los inmigrantes solteros deseosos de gastar sus jornales, claramente diferenciada de las distinguidas mancebías a las que acudían Las Prostitutas Segundo Ensanche burgueses.

Allí acuden modistillas, planchadoras, sombrereras, cigarreras, y tantas Vergara, Andoni. Las Prostitutas Segundo Ensanche, agentes urbanos y prostitución en Bilbao a finales del siglo XIX.

Bidebarrieta, Una historia de la palanca bilbaína, Gite-ipes, Bilbao, El mapa de elaboración propia muestra en verde claro las calles en las que Las Prostitutas Segundo Ensanche situaban las casas de tolerancia con pupilas internas y el barrio de Bilbao la Vieja, rodeado por un círculo del mismo color.

Como puede apreciarse en el mapa, para cuya elaboración se han tomado las direcciones aportadas en los anexos y otras extraídas Las Prostitutas Segundo Ensanche la bibliografía, el comercio sexual en Bilbao se situaba en enclaves muy determinados, la prostitución callejera nunca alcanzó el volumen de ciudades como Madrid o Barcelona y en general las autoridades pudieron controlarla sin que perturbase excesivamente el centro institucional de la villa o los cercanos barrios del ensanche burgués.

Elaboración propia a partir de denuncias y registros de mancebías legales conservadas en el Archivo Histórico de la Diputación de Bizkaia y plano catastral de Bilbao. En azul se identifican las casas de citas. A lo largo de las primeras décadas del siglo XIX Las Prostitutas Segundo Ensanche burdel evoluciona y se reinventa importando elementos procedentes de América como los cafés cantantes con orquestina, los cafés danzant y el cabaret.

Indalecio Prieto recogía en sus memorias la existencia de dos Las Prostitutas Segundo Ensanche, centros de sociabilidad masculina, en las que también se ejercía la prostitución: Casa Adela y Casa Amparo. Estas dos mansiones se situaban en el barrio del Cortés y eran escenario de bailes y citas entre prostitutas y clientes. La muerte de Amparo y la retirada de Adela, triste por el abandono de uno de sus amantes, supusieron el fin de una era.

La casa de Amparo fue traspasada a dos nuevas amas, Milagros y Pilar la Tumbona, quienes trataron de continuar con el negocio de sus predecesoras sin mucho éxito. Los tiempos habían cambiado y pocos hombres pertenecientes a las clases medias se atreverían a frecuentar Las Prostitutas Segundo Ensanche poco recomendables en pleno casco antiguo. Lo que las llevó a trasladar su negocio a las afueras de la villa, concretamente a Deusto, donde construyeron un lujoso chalet al que denominaron Happy Hotel y que gozó de un éxito sin precedentes.

La cercanía de la estación de tren garantizaba la discreción, pero la fama del establecimiento hizo que Véase anexo. Crónicas de una ciudad inmortal, Txertoa, Donostia, Perfiles sociales de los actores del mercado prostitucional: Las cartillas de inscripción La población analizada para este estudio ha sido la de cien mujeres elegidas al azar entre cientos de miles de Las Prostitutas Segundo Ensanche cuyos datos han sido extraídos de las cartillas en las que estaban obligadas a darse de alta cuando comenzaron a ejercer la prostitución de forma legal y regularizada entre y Las cartillas recogían el nombre, la edad, la procedencia y el oficio anteriormente desempeñado por estas mujeres, así como otras observaciones de interés Edad y lugar de procedencia de las prostitutas registradas por la Sección de Higiene Especial.

Muchos son los factores que permiten explicar una trayectoria tan reducida: algunas de ellas posiblemente enfermaban y contraían enfermedades de transmisión Las cartillas incorporaban un exhaustivo seguimiento de los movimientos que realizaba la prostituta: viajes y desplazamientos a otras ciudades, estancias Las Prostitutas Segundo Ensanche el hospital y traslados de domicilio.

Otro dato habitual que jalona muchas veces el apartado de observaciones es el de huida, al que siguen continuos cambios de dirección. La población de Bilbao aumentó de forma significativa debido al desarrollo económico e industrial y como es lógico la demanda de comercio sexual lo hizo paralelamente. Pero a lo que podría inducir esta estadística sin una segunda lectura es a pensar que las mujeres vascas apenas se prostituían y que las bilbaínas eran las que menos lo hacían.

Posiblemente desconocían la situación de sus hijas y con seguridad muchas familias habrían actuado igual que la de esta joven de Lekeitio de la que dada la cercanía terminarían llegando rumores a su localidad natal. Otro dato importante que puede acercar al motivo que abocó a estas mujeres a la prostitución es la profesión desempeñada con anterioridad. Walkowitz señala que estuvieran fijas en un sitio o bien deambularan, formaran parte de una organización elaborada o fueran meramente ocasionales o improvisadas, en cualquier caso, las prostitutas eran las hijas no cualificadas de las clases no cualificadas.

Algunos médicos higienistas llegaron a sostener que ciertas profesiones estaban predestinadas al ejercicio de la prostitución. Efectivamente el servicio doméstico y el sector textil costureras, modistillas y planchadoras eran frecuentemente el punto de partida para la Las Prostitutas Segundo Ensanche.

Casualmente eran profesiones precarias, el jornal era mínimo y existía una enorme competencia ocasionada por la influencia de mujeres inmigrantes. Habitualmente las familias adineradas bilbaínas habían contratado a sirvientas de su confianza que envejecían a su servicio en el caso de que no contrajesen matrimonio. No debían dar cuenta de sus idas y venidas al Negociado de Higiene, no se vigilaba su conducta y tampoco estaban obligados a realizarse revisiones íntimas.

El sistema regulacionista protegía la identidad del cliente, como trataba de proteger su salud controlando la de las prostitutas, a las que se Las Prostitutas Segundo Ensanche forzosamente en hospitales y casas de corrección Las Prostitutas Segundo Ensanche evitar posibles contagios.

El oscurantismo del reglamento respecto a la figura del cliente focalizaba toda la responsabilidad en las jóvenes solteras infectadas cuya supuesta promiscuidad unida a la sombra de la prostitución, las convertía en el principal foco de propagación de venéreas. La percepción de los infectados masculinos también varió dependiendo de su clase social.

Juan Pueyo, tomo I, p. Txalaparta, Presérvate del amor impuro enfermedades venéreasMadrid, Agencia Española de Librería,p.

Como principales novedades, los hombres comienzan a aparecer como culpables en la ecuación, al mismo tiempo que se liberaba del estigma social que acompañaba a los pacientes de enfermedades venéreas a las víctimas fortuitas El pauperismo de las viviendas e infraestructuras de los barrios obreros de la capital vizcaína despertaron la alarma de numerosos médicos bilbaínos y de la propia Diputación de Bizkaia.

Acudir a los registros de los hospitales y los datos de los enfermos de sífilis podrían resultar reveladores ya que hombres de Las Prostitutas Segundo Ensanche clase social, estado civil y edad fueron infectados por venéreas. Otra mirada sobre la industrialización vasca, UPV, Bilbao, Op Cit, p Las fuentes literarias — testimonios orales, memorias o novelas — tradicionalmente consideradas subjetivas, son en realidad un terreno privilegiado para el estudio de las identidades de género.

El texto literario como determinante de un inconsciente Las Prostitutas Segundo Ensanche permite descubrir soluciones imaginarias en el terreno estético relacionadas con contradicciones sociales de difícil resolución Los nombres de quienes, ya fuesen hombres o mujeres, prefirieron mantenerse al margen de la legalidad se recogen en las denuncias junto a las multas que debieron pagar y los embrollos judiciales en los que se vieron envueltos.

Las cartillas recogían la edad y el estado de salud de estas mujeres y Las Prostitutas Segundo Ensanche clasifican en función de su calidad como productos al servicio de un sistema al Las Prostitutas Segundo Ensanche solo le importaba continuar accediendo a sus cuerpos siempre que resultasen saludables. Documentos de cultura, documentos de barbarie.

La narrativa como acto socialmente simbólico. Visor distribuciones, Sumida en la precariedad e incapaz de hacer frente a la acumulación de multas que le imponían los inspectores terminó siendo internada durante veinticinco días en la casa Galera de Bilbao.

Historias de vida como la de Rosa del Campo y las condiciones de extrema dureza en que centenares, acaso miles de mujeres debieron arrastrar su existencia como prostitutas en la Villa de Bilbao pueden ser reconstruidas por distintas vías a partir de la documentación de archivo. Un primer instrumento nos lo ofrecen los sucesivos reglamentos de higiene especial, que recogieron el debate Las Prostitutas Segundo Ensanche y estadounidense en torno a la necesidad de regular la prostitución.

De hecho, el sistema reglamentista español bebe directamente de la vecina Francia. Pero los reglamentos no resumen la realidad. La picaresca no fue infrecuente y los documentos aparecen salpicados de figuras transgresoras que trataron de volver a su favor un sistema basado en la vigilancia y el control. Solo la popularización de medicamentos como el SALVASAN o la penicilina pudieron hacer frente a la temida sífilis, inevitablemente asociada al contacto con prostitutas y a los comportamientos promiscuos adjudicados a los hombres de clase obrera.

Sin embargo, la mancha de las venéreas azotó a la totalidad de las clases sociales burlando los planteamientos higienistas. Locales de venta de txakolí, fondas y tabernas protagonizaron buena parte de Las Prostitutas Segundo Ensanche denuncias presentadas por inspectores de higiene y veladores nocturnos. Si los burdeles y mancebías compartieron espacios muy determinados y cercanos a la Ría, con un mayor peso en la margen izquierda, las fondas se extendieron por espacios de la ciudad que tradicionalmente no se asocian a la prostitución.

La abundancia de los datos permite elaborar un perfil sociológico muy determinado de las mujeres Las Prostitutas Segundo Ensanche ejercieron la prostitución en la capital bilbaína que contrasta con el enmudecimiento en lo que concierne al cliente. Si es posible acercarse al proxeneta, especialmente cuando se trataba de Las Prostitutas Segundo Ensanche mujer, pero como revela la documentación también hubo hombres que se dedicaron al proxenetismo, actividad que el reglamento solo reconocía a la mujer.

Queda también pendiente una visión comparativa que establezca paralelismos en el ejercicio y control de la prostitución de Bilbao respecto a otros enclaves como Madrid, Valencia, Barcelona o Lisboa. Si bien la extensión de este trabajo no puede abarcar la totalidad de una realidad tan compleja como la de la prostitución, permite acercarse a la cotidianeidad de las vidas de las mujeres implicadas en ella.

Gran parte de ellas Las Prostitutas Segundo Ensanche inmigrantes que provenían de otras ciudades españolas o procedentes de zonas rurales de Euskadi. Enormes contingentes de jóvenes solteras acudían a la capital vizcaína en busca de una vida mejor. La desprotección que implicaba verse alejada de su población de origen, la libertad de movimientos que implicaba la lejanía de su familia y la precariedad de unos trabajos peor pagados que los de sus compañeros de clase obrera explican que la mayor parte Las Prostitutas Segundo Ensanche las prostitutas bilbaínas habían sido previamente sirvientas, seguidas de cerca por modistas y mujeres que decían estar dedicadas a sus labores aunque hoy sabemos que muchas de ellas participaban activamente en el mercado laboral, ya formal o informalmente.

El enriquecimiento de amplias capas de las clases medias, ansiosas de imitar las costumbres de la alta burguesía, dio pie a nuevas relaciones entre amos y servicio. Tradicionalmente el servicio envejecía junto a sus empleadores y las sirvientes solo abandonaban la casa si contraían matrimonio.

No era extraño que muchas de ellas entrasen de niñas como criadas en una casa y terminasen muriendo en ella. Por otra parte, muchas de las jóvenes sirvientas sufrieron abusos por parte del señor o de los señoritos, o bien mantuvieron relaciones con ellos que terminaban a menudo con embarazos no deseados.

Sin Las Prostitutas Segundo Ensanche no es una casualidad que este patrón se repita actualmente en las ciudades españolas.

Mujeres que abandonan sus países de origen con el fin de mejorar económicamente y a menudo reenviar remesas a sus casas natales. La frontera entre aceptabilidad y degeneración ha sido siempre móvil y motivo de debate. Mientras que determinadas Las Prostitutas Segundo Ensanche han sido condenadas y perseguidas, como la sodomía, otras han logrado rebasar la frontera de la aceptabilidad. Expediente Sección I Negociado de Policía local El gobernador remite el recurso de alzada impuesto por D Fernando Altuna contra una providencia del Alcalde de esta villa imponiéndole la multa de 25 pesetas por infracción Las Prostitutas Segundo Ensanche Reglamento especial de Higiene Acompaño a v.

Bilbao 3 de octubre de b La sección ha encaminado el recurso de alzada interpuesto por Don Fernando Altuna contra una Las Prostitutas Segundo Ensanche del Alcalde de esta Villa imponiéndole la multa de 25 pesetas, por infracción del reglamento especial de higiene, que el señor gobernador remite a v. Bilbao 17 de octubre de Pedro Frutos.

Lo que comunica a V. En contestación a su escrito fecha de ayer, tengo el honor de remitirle adjunto el informe Las Prostitutas Segundo Ensanche esta alcaldía, que por olvido involuntario dejo de acompañarse al Las Prostitutas Segundo Ensanche recurso de alzada interpuesto por Don Fernando Altuna contra una providencia del Alcalde de esta capital.

Bilbao 24 de Octubre de d La sección ha examinado el recurso de alzada interpuesto por Don Fernando Altuna, vecino de esta villa contra una providencia del Alcalde imponiéndole la multa de 25 pesetas por infracción del Reglamento especial de Higiene, recurso que el Sr gobernador remite a los efectos del artículo de la ley municipal.

Bilbao 27 de octubre de La comisión provincial en sesión celebrada en esta fecha ha elevado a acuerdo el siguiente informe. Aquí el informe Lo que con devolución del expediente de su referencia tengo el honor de comunicar a v. Cédula personal de inscripción A pesar de que la cédula apenas Las Prostitutas Segundo Ensanche legible, apréciese que se recogen datos personales como nombre, edad y categoría a la que pertenecía la prostituta inscrita.

También aparece recogido el precio de Las Prostitutas Segundo Ensanche de la cédula: cincuenta céntimos de peseta. Pertenecen a Las Prostitutas Segundo Ensanche secciones de higiene especial de otras provincias.

Puta  España
Las Prostitutas Segundo Ensanche, Segundo Ensanche, Navarra putas
José Javier Freire plantea que la burguesía vasca se autodefinía precisamente como clase fuerte y vigorosa frente a unas clases subalternas enfermas y transmisoras de enfermedades y epidemias como resultado de su falta de higiene University of North Carolina Press, De hecho, en se le impone otra multa por la desaparición de una de las pupilas de un burdel situado en Bilbao la Vieja que estaba en período de observación médica.
Primero Ciudad Estado Codificar búsqueda de conexión Masaje sexoual Escolta
Las Prostitutas Segundo Ensanche Segundo Ensanche Navarra ES 2803 no no
19.02.2001 PFFP 85 PFFP 84 78
14.08.2013 PFFP no PFFP PFFP PFFP
Account Options
Los discursos socialistas 62 Díaz Freire, J. Al mismo tiempo que se analizaban todas las anomalías que pudiesen afectar al sistema sexual, se prestó atención a la normalización y patologización de Las Prostitutas Segundo Ensanche conducta al tiempo que se busca una tecnología correctiva de dichas anomalías La lucha de clases. Bilbao 3 de octubre de b La sección ha encaminado el recurso de Las Prostitutas Segundo Ensanche interpuesto por Don Fernando Altuna contra una providencia del Alcalde de esta Villa imponiéndole la multa de 25 pesetas, por infracción del reglamento especial de higiene, que el señor gobernador remite a v. Se prohíbe a las prostitutas: - Salir de casa en traje poco decente o en estado de embriaguez.
Superior categories
Search

España, Navarra, Segundo Ensanche

El instinto sexual se aisló como un instinto biológico y psíquico autónomo. Tanto para las mujeres como para los hombres, Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitutas ocupaban una posición equívoca y de profundo simbolismo en un imaginario paisaje urbano. Capítulo III: De las amas; sus casas y clases.

Las Prostitutas Segundo Ensanche

Segundo Ensanche, Navarra, España Latitude: 42.81.-1.6444, Longitude: 225.805088920

Segundo Ensanche (, , , , , , )

REGLAMENTO DE PROFILAXIS

Hora de la región Europe/Madrid

Population es93

dad de derechos respecto al hombre 2. El punto de contacto entre la prostitución y el higienismo, el campo de ba- talla donde se libró el arduo combate. Las prostitutas que incurrieren en cualquiera de las faltas señaladas en los artículos 22 y 26, serán reconvenidas por la primera vez; y a la segunda. »Para lograr esto, hacer trabajar a las dos mujeres de Luciano». la diferencia que separa a las gentes del primer orden de las gentes del segundo.